Una selección de notas que escribí para el diario EL SUR y que fueron publicadas antes de agosto de 2005.

Monday, December 05, 2005

En Tomé ¿se repite la historia?






La "Numancia", fragata española que bombardeó Tomé el año 1866. Fotografía tomada de http://www.historialago.com/av_0220_hist_arm_esp_01.htm)


Industria textil

El Presidente Ricardo Lagos inaugura hoy una nueva fábrica textil -Crossville- de capitales norteamericanos.

Historiador revela los ciclos que ha tenido esta actividad industrial en Tomé, que viene de fines del siglo XIX.

Por Nello Rolleri Veloso

En 1866 las fragatas españolas "Resolución" y "Numancia" bombardean el puerto de Tomé, el principal de su época en la bahía de Concepción. Los daños causados marcan el fin de la industria molinera, que exportó harina hasta la costa oeste de los Estados Unidos, pero que ya estaba en plena decadencia.
Pocos meses después, una familia alemana que residía en el sector de Bellavista decide comenzar a producir telas, con unas máquinas que habían llegado como parte de pago por la harina. Sería el comienzo de una historia textil que haría surgir a esta comuna y que la llevaría a una época de oro a mediados del siglo XX, para decaer hasta casi su desaparición en la década de 1980.
Para Luis Jorquera Venegas, profesor y autor de un libro sobre la historia de Tomé, la circunstancia que un inversionista norteamericano -Spencer Heys- inaugure hoy una nueva fábrica textil, es una vuelta más del ciclo que ha tenido esta ciudad en su relación con los paños.
"Mi impresión como tomecino es que le va a ir muy bien. Creo que se trata de un tipo muy visionario, al igual como lo fue en su minuto Federico Wolf, Carlos Werner, Carlos Manns y José Gorrini".
Añade que Tomé tiene una larga tradición textil, que está muy enraizada con la historia de Chile, "durante la Guerra del Pacífico casi toda su producción se destinó a vestir los soldados que combatieron en el norte".
Jorquera indica que sin perjuicio de otras importantes actividades económicas que se han desarrollado aquí, como los antiguos molinos o la pesquera, fueron las telas las que hicieron conocido a Tomé en todo el mundo, por su excelente calidad.
A la fábrica de Bellavista le siguieron después otras instaladas por italianos, como la Sociedad Nacional de Paños y la Fábrica Italo Americana de Paños, y varias otras más pequeñas. A principios del siglo XX se produce un fuerte emigración del campo para trabajar en estas industrias.

La decadencia

Uno de los momentos más duros para Tomé fue el que tuvo que vivir a principios de la década de 1980, cuando las grandes textiles quiebran y desaparece Fiap. Se trata de una época en que muchas familias debieron emigrar en busca de trabajo y en que otras sobrevivieron del hambre gracias a los productos del mar.
La apertura económica al exterior que se produjo durante el gobierno militar, que tantas ventajas nos trae en la actualidad con la firma de tratados de libre comercio y exportaciones, significó un duro golpe para la industria textil, que se había quedado atrasada en tecnología y que no fue capaz de competir con telas importadas.
El despido de cerca de cinco mil trabajadores fue un golpe tan duro como el cierre de las minas de Lota, con la diferencia que en esa época no hubo un plan de reconversión, sino que sólo se aplicó el tristemente recordado plan de empleo mínimo (PEM).
Sólo Bellavista fusionada con Oveja logra sobrevivir y superar esa crisis, para modernizarse y exportar.

*Miércoles 10 de diciembre de 2003